Todo tiene un comienzo y, querramos o no, también tienen un final. Hoy a las 0:45 entraba a quirófano.

Hicimos un par de chistes con la asistente porque ella era petiza y yo soy alta. El anestesista luchó con mis venas que no están muy expuestas y son refinitas (me nos mal que nunca quise dedicarme a las drogas) y entró mi médico.

Comenzó a ponerme pervinox, y yo le advertí que todavía estaba despierta que no empezara. Él me contestó que me estaba limpiando porque sino después nos quejábamos (en tono de chiste, obvio).
Al rato les dijo no sé que pasa no me puedo dormir. Y me contestan: ya está, ahora a la habitación. Todo había terminado, ufff que alivio.

Nos dieron el frasquito con el material para llevar a la genetista. Después de un descanso y un té (que no me gusta)nos vinimos para casa. Llegamos a las 3 de la mañana tranquilos que todo había terminado y que físicamente yo estaba bien.

A las 9 de la mañana vino un taxi a buscar el material para llevar a la genetista y haga un estudio de las vellosidades coriónicas (respondiendo a la pregunta de Co!). En el anterior embarazo ya lo habíamos hecho, pero no se pudo enconrar información. Esperemos tener mayor suerte.

La enfermera cuando me hizo la historia clínica me preguntó si había tenido embarazos y legrados previos. Cuando le dije 4 legrados y 5 embarazos, me responde que triste. Cuando nos vamos nos dice van a venir 3 juntos porque esto tiene que ser compensado. Y lo primero que pensé es en la OD.

Espero que pronto vuelvas a visitarme.