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lunes, 30 de marzo de 2009

Terminó de esta manera.

No quisiera que dejen de seguir la historia. Pido perdón porque es muy triste pero la necesidad de que conozcan lo que me pasó para saber lo que significa cada paso en esta nueva búsqueda hace que no pueda obviar detalle.
Como les contaba mi primer embarazo se confirmaba como terminado. Mi ginecólogo me hizo esperar un tiempo prudencial para que comenzara las pérdidas. Pero nada sucedía.
No había otro camino, iría a legrado. Las indicaciones eran que si no comenzaban las pérdidas el sábado a las 8 de la mañana me tenía que presentar en el sanatorio O al cual tenía que entrar por guardia y me atendería otro médico que ya tenía la indicación de realizarme el legrado a las 9.00 hs. Mi ignorancia en el tema y la confianza que le tenía a los profesionales de la salud me llevaron a seguir las indicaciones sin preguntar nada más.
AM y yo estuvimos en el sanatorio a la hora convenida, entré por guardia y me atendió el Dr. K como habíamos combinado con mi gine. A las 9.00 entré a quirófano y a las 17.00 hs seguro me daban el alta.
Estaba internada en hospital de día y apareció mi hermana pobre lloraba desconsoladamente, mientras yo le decía que estaba bien. No sé si se sintió culpable o que. Por suerte con el tiempo ella se animó a confesarme lo que sintió en el momento que le había dicho que iba a ser tía.
A la hora del almuerzo yo no veía del hambre, pero en las indicaciones del la historia clínica no decía nada del almuerzo.
Yo trataba de poner buena actitud de que todo había terminado y pronto estaría en casa. Pero las molestias después de la intervención eran cada vez más evidentes. El médico comenzó a venir más seguido a revisarme y al acercarse las 5 de la tarde todavía no aparecía firmada el alta y yo me doblaba del dolor.
En una revisada el Dr. K me dijo que las cosas no estaban bien, que me haría una ecografía. Yo a esa altura pensaba lo mismo. Cuando me llevan a hacer la eco estaba en un grito. Se había producido una hemorragia interna y decidieron intervenirme nuevamente a las 24.00 hs ya que no se reabsorbía.
AM llamó a mi Mamá para que me acompañara porque él no había ido al mediodía a recibir el reporte médico de P y quería ir a verla a la visita de terapia intensiva de las 19.00 y volver para cuando yo entrara nuevamente a quirófano.
En resumen una intervención quirúrgica de rutina se convirtió en 2, y el hospital de día en una habitación en suite y 4 días de internación. Un tajo de cesárea que me llevé de recuerdo y que no trajo ningún bebé.
Cuando mis amigas se enteraron esa habitación era un desfile de gente. Todos mis seres queridos estuvieron conmigo en ese momento tan triste y traumático. Es el día de hoy que les estoy agradecida.
AM iba del sanatorio donde estaba internada P a donde estaba internada yo. Se quedaba a dormir conmigo y a la mañana se iba a casa a cambiar y volvía. Mi mamá lo relevaba. Una locura.
Cuando me vino a ver mi gine lo primero que le pregunté es cuando podía volver a buscar. Y me contestó muy seco que mínimo iba a tener que esperar 3 meses.
La herida de la operación dolió durante meses y estuve muy deprimida. AM no podía comprender mi dolor físico y espiritual. Entre tanto P se recuperaba milagrosamente. Con 83 años que había cumplido estaba fuera de peligro y todos los injertos de piel habían prendido satisfactoriamente. Estuvo un tiempo en silla de ruedas después de 3 meses y medios postrada en terapia intensiva. Pero, como dije antes, milagrosamente se recuperó del todo.
Cuando recibimos la noticia del embarazo entre una situación de muerte, yo pensé que venía un bebé porque era hora de dejar ir a P que ya había vivido. Pero me equivoqué.
Yo estuve 3 meses sin noticias de menstruación y le tuve que pedir al médico que me diera algo porque estaba deprimida también por no menstruar. Y que solicitara los estudios de diagnóstico de trombofilia con una sola pérdida por los antecedentes de mi hermana.
Así es como termina mi primer embarazo. Por suerte el de mi hermana seguía adelante. Con todos los miedos de un embarazo de alto riesgo y tuvo final feliz. La Chiquitina está con nosotros hace 2 años y casi 4 meses, fue regalo de Reyes.


Mi hermana hace dos añitos y algo más fue Mamá por primera vez después de mucho lucharla. La Chiquitina es la alegría de la familia, es una bocanada de aire fresca, ya que el miembro anterior a ella tiene ya 25 años.


La Chiquitina en estos 2 años y algo no se separó mucho de su Mami, o tendría que decir que su Mami no se separó mucho de su niña.


Mi hermana está muy emocionada porque en Buenos Aires estrenaron el Fantasma de la Ópera el musical de Andrew Webber y quiere ir a verlo. Para eso la niña se tiene que quedar en la casa de alguien sin la madre. La tía Pilot empezó a decirle a la Chiquitina que cuando Mamá se fuera al teatro ella iba a venir a casa y le iba a preparar: papas fritas, coca cola y helado. No me critiquen, ya sé que soy Lic en nutrición, pero también soy tía.


Cuando nos estábamos llendo de la casa el otro día la chiquitina me pidió venir con AM y conmigo a comer papas, coca y helado. Yo la empecé a probar y la subimos al auto. Como se quería venir le digo a mi hermana me la llevo a dar una vuelta en auto para ver que dice. Nos dimos una vuelta y meta charla con la Chiquitina (idioma de 2 años), cuando regresamos a los 5 minutos por reloj la cara de la madre estaba desfigurada. Estaba casi al borde de la angustia, parece que el apego de la nena funcionó pero el de la madre no. Me dió una pena mi hermana.


Cuando mi hermana la trajo el otro día a la Capital