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jueves, 14 de julio de 2011

Cómo la llamo?

Cuando comenzamos a adentramos en la cultura de la adopción surgieron dentro de mí un montón de interrogantes. Uno de ellos fue cómo llamar a la mujer que gestará a mi/s hijo/s?

Leyendo encontré en  el libro Adòpción para Padres de Eva Giberti un párrafo escrito por ella que decía: Podría pensarse la relación entre las dos mujeres, madre adoptante y madre biológica, como una relación de mutuo beneficio, en tanto cada una complementa y asiste a la otra en un punto de necesidad y carencia. Y así fue como decidí pensarlo.

Para poder convertirme en madre necesitaba de otra mujer, y esa mujer va a ser parte del origen y de la historia de mi/s hijo/s. De esa manera  y como si las fichas empezaran a caer una por una encontré sin más la respuesta a como debía llamar a esa mujer. Yo sé que muchas personas me van a criticar porque cuando lo hablé nunca hubo una palabra de aprobación, pero no me interesa. Para mí las cosas hay que llamarlas por su nombre y madre también es la que nos parió. Mi/s hijo/s por lo tanto tendrán 2 madres, la mamá biológica o de origen y la mamá adoptiva. Sino comenzamos a llamar las cosas por su nombre se crean este tipo de confusión.

"Yo creo que los bebés crecen en la panza de las mamás y los bebés adoptados crecen en el corazón de las mamás."





Lo que estoy diciendo lastima, pero lo hace cuando uno no acepta la infertilidad y la falta de capacidad de concebir como propia. Aceptar que hay otra mujer como madre de nuestro hijo nos pone enfrente de esa incapacida personal, pero hay que superarlo, dejarlo de lado para que pase el amor y la salud mental del que será/n nuestro/s hijo/s. El cuál no tiene que cargar con nuestra historia de no poder ser padres de hijos biológicos. Y al que si tenemos la obligación de construirle su historia con los menores fantasmas y demonizaciones de los que participamos en ella.


Me enoja cuando hablan mal de esas mujeres que podrán, a mí y a muchas otras, convertirnos en madres adoptivas. Sin ellas no tendría posibilidad de formar una familia hasta que no exista la era AI. Pero esta sociedad hipócrita, que hasta hace poco le mentía a los niños sobre su propio origen, todavía tiene prejuicio sobre aquellas mujeres que a pesar de su embarazo no desean ser madres, y no hicieron nada o no pudieron (por la razón que sea) para evitar su gravidez.

La adopción tiene que ser un derecho para el niño, para la familia biológica que no puede sostener su crianza y para las parejas que no podemos concebir. Espero pronto los intereses políticos sean dejado de lado y se tomen enserio la necesidad de una Ley de Adopción en dónde el niño sea la prioridad, y no el lazo biológico que hasta hoy por situaciónes que solo beneficia a intereses personales en una pelea entre el gobierno y un grupo de multimedios son los tenidos en cuenta valorandolo más allá del valor en sí que realmente tienen.





Espero que pronto vuelvas a visitarme.