Un hilo rojo, invisible, conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, a pesar del tiempo, del lugar, a pesar de las circunstancias. El hilo puede tensarse o enredarse, pero nunca podrá romperse.
Es difícil escribir cuando uno no sabe muy bien que decir. Por eso me llamé al silencio mientras AM y yo íbamos a las entrevistas psicológicas pautadas por el RUAGA.
Este jueves pasamos la que fue la tercera y última de las entrevistas con la psicóloga de allá. Esta etapa del trámite es una experiencia sumamente movilizadora. Y muy difícil llevarla adelante como tal cuando nos hicieron remover los últimos 4 años y medio que habíamos pasado como una montaña rusa de emociones. Contar que nos embarazábamos y lo tomábamos con la mayor alegría del mundo porque sentíamos que se nos podía cumplir nuestro deseo, y después cuando llegaba la tan esperada ecografía, en la cual se tendría que ver el embrioncito con actividad cardíaca, contar que la desilusión nos embargaba porque no se escuchaba el corazoncito. Legrados, tristezas, esperanzas con un nuevo tratamiento previo a una nueva la búsqueda, y la ilusión.
No quiero transmitir esta etapa sin parecer que uno se victimiza o dramatiza la situación. Realmente es difícil. Uno se siente manoseado y no porque las personas que trabajan en el RUAGA lo hagan, sino porque el sistema lo hace. Y a él nos debemos.
Estuvimos ansiosos al no saber qué quieren de nosotros? Qué es lo que quieren escuchar de nosotros? Cuando propusimos adjuntar los certificados del foro de adopción nos dijeron que no porque eso inclinaría la balanza a nuestro favor y todos debíamos tener las mismas oportunidades. A lo cuál yo me pregunto, la oportunidad no es para el niño? No es elegir los mejores padres para un hijo que no tiene una familia y no un hijo para nosotros que no podemos concebir? Entonces uno se enoja y no deja de salir de esa zona que es muy peligrosa, y cuando lo logra con el análisis y con el paso de los días viene otra entrevista con otra situación que nos devuelve a encolerizar.
Cómo nos sentimos con la intromisión primero de los médicos, ahora con la de la trabajadora social y la psicóloga? Es algo a lo cual nos tendremos que ir acostumbrando. Creemos que este es el camino, que esta es nuestra opción para convertirnos en padres y formar una familia con hijos que nos enriquecerán cuando lleguen a nuestra casa con todo lo que ellos traigan.
Para fin de año esperamos ya tener la carpeta terminada y que obtengamos la condición de pre adoptantes. A partir de ahí formaremos parte de una base de datos que podrán consultar los jueces que tengan que elegir una familia para un niño.
A partir de ahora sólo hay que esperar. Mientras nos dedicaremos a seguir siendo felices, a soñar que nuestra familia es posible, fantasear que un día vamos a tener la casa llena.
